NIETZSCHE AT THE END
Yes, that's me in the armchair,
my face obediently lit by madness.
Dogs run with any bone I give up
and these silly old women fetch them
back.
They lean in on me, fussing.
But I am still Dyonisus
and with a terrifyingly thin hand
emerging from the blanket
I wave the world I gnawed white away.
What are my eyes now?
The shadow of moisture fading
too quickly from stone.
What is my heart?
Apebble in a black pool
on the side of the mountain
that never sees the sun.
Idiots!
And the stupidity that must come,
clockwork monkeys beating the skin drum
and my face seen again beneath the ice
interrupting every thaw.
Will
Stone
F. Nietsche según Edvard Munch
EL FINAL DE NIETZSCHE
Sí, ese del sillón soy yo,
mi cara obediente encendida de
locura.
Los perros corren con los huesos
que desecho
y estas viejas tontas me los
devuelven.
Se inclinan sobre mí,
alborotando.
Pero yo aún soy Dionisos
y con una mano terriblemente
delgada
que emerge de la manta
digo adiós al mundo que roí
hasta los huesos.
¿Y qué son mis ojos ahora?
La sombra de humedad que
rápidamente
se esfuma de la piedra.
¿Y qué es mi corazón?
Un guijarro en un charco negro
en el lado de la montaña
que nunca toca el sol.
¡Idiotas!
Y la estupidez que está por
venir,
monos de cuerda golpeando la piel
del tambor
y mi rostro que aparece de nuevo
bajo la escarcha
deteniendo el deshielo.
Traducción de Pedro S. Sanz