16 de febrero de 2012

SOPA DE PESCADO

 
Cada minuto es un juego diferente, lo cual da sentido a mi búsqueda. Polvo mágico hecho de colmillo de elefante. Estamos sentados en un asiento de cordones, todo entrecruzado. Lo más recóndito y admirable de este asombroso misterio está en nosotros mismos. El deseo de aferrarse a otro. Observar con curiosidad un objeto para reconocerlo y explorarlo, permite vivir diversos presentes en un idéntico contexto o producir tantas imágenes diferen­tes como la capacidad imaginativa sugiera.
No parecía tener función en la respuesta inmunitaria, mi estado de ánimo era más bien pesimista. Dick llevaba ya media hora de retraso. Pasaba ciertos apuros de dinero que no quería disimular. Todavía continuaba resistiendo, me convertía en una suerte de perdedor y el cielo podía parecerme azul. Pesimista o no, el mundo es así, no puedo cambiar nada. Después del atardecer, no había consultado ningún relato de viaje auténtico y el frío hacía añorar el calor del fuego, pensaba que la tierra era la responsable por los minerales que contiene. Mi ángel y yo bajamos, presurosos la colina. El Occidente medieval nació de las ruinas del mundo romano. Muerte irreversible (o no): zona de necrosis. Eliminar tejidos necróticos y desencadenar la proliferación del tejido de granulación. Mañana podemos ser nosotros en una muerte no anunciada. No me sirve de nada ahora.
No sería Memoria si olvidase el olvido. A veces me siento ahogado, limitado y sin la posibilidad de seguir adelante. Flota mi barba hasta las rodillas bajo el pensamiento y éste no se compra con dinero. Conoce más, si te atreves.

Capítulo 15 de AMEN DICK, de Chencho Ríos


6 de febrero de 2012

Un canto a ras de tierra (2006)


                             
                                    

Algo me ahoga me hurga la garganta y no basta decir la vida es triste o las monedas valen más que todas las puertas de este mundo Nunca estuvo el dolor tan cerca como ahora
Hoy me ha desmesuradamente dado la vida en mi vida la deuda que pagamos por vivir acuña la moneda este desasosiego Voy mientras tanto cesarvallejeando diciendo en mis adentros Sermón de la barbarie cada día en todos los lugares de la tierra en el hambre de pan y en la sed que no es de agua Y a quién contarle todo a quién contarle todo sino al ángel de la espada de dos filos que corta de raíz el árbol de la vida y el árbol de la vida
Quién pasa por las puertas marcándolas con sangre eligiendo destinos tú sí tú no
(Como a veces me encojo coge el alma una mala postura Un ligero hormigueo se duerme el brazo deja ya de sentir Qué suerte la del brazo)
Pero queda el amor que corona con hierro y con espinas y también con tus labios Y queda lo que somos nombre número fecha dirección y la huida quizás de este resumen bautizo libro de familia nómina de esta esquela objetiva de periódico desde el principio hasta el final y mientras Y en este mientras que es la vida no merece la pena que me escuches soy un hombre solo que solamente lleva un canto a ras de tierra 
                                                                               DIEGO VAYA